dijous, 10 d’abril del 2008

Madrid hablará con París del Ródano

El Gobierno español informará al Elíseo del anuncio de Rodríguez Zapatero

Enric Juliana | Madrid | 10/04/2008 | Actualizada a las 03:31h

Después de haber aceptado estudiar el trasvase de aguas del río Ródano a Catalunya, José Luis Rodríguez Zapatero quiere informar oficialmente de ello a la presidencia de la República francesa. E incluso es posible que, de manera discreta, un primer contacto oficioso con el Elíseo, o en su defecto con el palacio de Matignon (sede del primer ministro) ya se haya producido. "París ha sido informado, sí". Con esta lacónica frase, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, confirmaba ayer a este diario la gestión. "No se ha negociado nada", precisó Moratinos.
Eso ocurría al filo del mediodía, al término de la primera votación del debate de investidura. A la una de esta pasada madrugada, el ministro, después de conversar con dirigentes del PSC, matizaba sus palabras a La Vanguardia,señalando que era su intención "ponerse en contacto próximamente con las autoridades francesas". "No soy consciente de haber utilizado el presente", agregó Moratinos.

Otras fuentes gubernamentales apuntaban que era deseo de la Moncloa enviar un emisario a París para informar a las autoridades francesas del interés del Gobierno español por las aguas del caudaloso río occitano, ante la severa sequía catalana. París sabe, desde hace tiempo, que el Ródano es objeto de vivo debate en Catalunya, pero Madrid siempre se había mostrado reticente.

Se haya llevado a cabo la gestión en París o haya intención de llevarla a cabo en los próximos días, el gesto refuerza el significado político del anuncio efectuado por Zapatero en el debate de investidura. Ayer mismo, el presidente de la Generalitat, José Montilla, de viaje oficial en Marruecos, zanjaba con las siguientes palabras la hipótesis occitana: "El trasvase del Ródano es una broma de mal gusto".

El contraste de posiciones evidencia hasta qué punto se hallan averiadas - en estos momentos- las relaciones entre los gobiernos de Madrid y Barcelona, pese a su afinidad política e ideológica. Y pese a la excelente cosecha electoral del PSC en las recientes elecciones generales.

El problema viene de lejos. El desencuentro comenzó seriamente en noviembre del 2006, tras las últimas elecciones al Parlament de Catalunya, cuando el grupo dirigente del PSC decidió negociar un segundo pacto tripartito con Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, pese a la abierta oposición de Rodríguez Zapatero. La plana mayor del PSOE apostaba por una gran coalición entre CiU y PSC, con su correspondiente reflejo en Madrid. Con gran maestría táctica y haciendo uso de la plena independencia orgánica del PSC respecto al PSOE, Montilla y su más estrecho círculo de colaboradores cerraron el pacto, mientras Rodríguez Zapatero se hallaba de viaje oficial a Argentina y Uruguay. El presidente del Gobierno y líder del PSOE se enteró del nacimiento del Govern d´Entesa mientras su avión cruzaba el Atlántico.

La disposición a estudiar el trasvase del Ródano y la promesa de publicar las balanzas fiscales de las autonomías en un plazo de dos meses son los dos gestos de complicidad que Zapatero ha enviado a CiU durante el debate de investidura.

Al llegar al Congreso, el martes por la tarde, el portavoz de la coalición nacionalista ya sabía qué señales le esperaban. En su intervención, Duran Lleida fue más allá y señaló que el Gobierno español tiene bazas de negociación con Francia que pueden facilitar el acuerdo sobre el Ródano. Duran se refería a la complicidad existente en estos momentos entre Zapatero y Sarkozy y a la generosa colaboración de España en el despliegue de la Unión Mediterránea, uno de los proyectos estrella del presidente francés. Tanto Rodríguez Zapatero como el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, asintieron con la cabeza.

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