dijous, 18 d’octubre del 2007

Contradicciones en el ciclo del agua

UN PASO A FAVOR DEL RÍO QUE TAL VEZ LLEGUE TARDE // NARCÍS PRAT

La aprobación por el Parlament de un caudal ambiental para el Ebro es positiva, pero va a ser inviable

NARCÍS Prat*

A principios de octubre, el Parlament de Catalunya aprobó una resolución en la que propuso que el caudal ambiental del río Ebro se mantuviera en el futuro en una horquilla entre 7.000 y 12.000 Hm3/año. Esto implica una cantidad que supone entre el 30% y el 60% de la aportación media anual del río. Además, no se trata de dejar en el río un caudal fijo, sino de aplicar un régimen de avenidas y de mínimos prefijado en función del año hidro- lógico (con máximos de, por lo menos, 2.000 m3/seg). Esto ocurre cuatro años después de que un grupo de investigadores debatiéramos en Bruselas, frente a la Comisión Europea y contra el Gobierno de España (sin ningún apoyo del entonces Gobierno catalán) el mismo tema y defendiendo una cifra similar. Desde luego, nos alegramos de esta decisión del Parlament, sobre todo por las gentes del bajo Ebro que con sus acciones paralizaron el Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro, y que estuvieron presentes en el momento histórico en que se aprobaba la moción.

ESTE HECHO no esconde algunas contradicciones que van a hacer imposible la garantía de este caudal. Es decir, que auguramos para el futuro que la decisión del Parlament se va a tornar inviable. Y ello, en gran parte, por las decisiones del propio Gobierno y del Parlament catalán. Sobre el bajo Ebro están pendientes diversas espadas de Damocles que harán de esta decisión solemne probablemente un papel mojado (y ojalá nos equivoquemos).

En primer lugar están los nuevos regadíos del Ebro. Este verano el presidente de la Generalitat sobrevolaba con un helicóptero, y luego inauguraba, la primera fase del Canal Segarra-Garrigues. Este canal una vez terminado derivará (junto al de Urgell) 700 Hm3 de agua del río al año, una buena parte de la cual ahora llega al delta del Ebro. Finalizado el canal, llegará menos agua y de menor calidad al tramo bajo del río. Parece claro que el Departamento de Agricultura no está de acuerdo con lo que el Parlament decide, ya que parece que lo único que interesa es regar sin tener en cuenta los aspectos ambientales.

Debe de pensar que el agua llegará de otros ríos (¿los aragoneses?), y que la del Segre no es imprescindible. Pero los aragoneses se han apresurado a introducir en su Estatuto una cláusula de reserva de hasta 6.000 Hm3 para su uso, lo que implica que gran parte del agua no llegará al delta. Mientras tanto, los navarros están completando el canal de Navarra para regar unos cuantos miles de hectáreas más. Al mismo tiempo, el Gobierno de España ha autorizado una transferencia de aguas desde la cabecera del Ebro a Cantabria. ¿Alguien se cree seriamente que, con todas estas acciones, es posible garantizar un caudal ambiental suficiente al Ebro para cumplir lo que demanda la directiva marco del agua, es decir, preservar el estado ecológico del río en buenas condiciones?

Además, la Conselleria d'Agricultura de la Generalitat está desarrollando otro canal, el Xerta-Sénia, para regar 12.000 Ha en la parte baja del Ebro, en gran parte de naranjos. Pero en el bajo Ebro algunos agricultores están arrancando los naranjos porque es más caro recoger las naranjas que dejarlas pudrir en los árboles. Y el canal Xerta-Sénia es la antesala del trasvase de agua del Ebro a Valencia. Si el canal está construido y no sirve para regar, ¿por qué no vamos a llevar el agua a las urbanizaciones y campos de golf de la Comunidad Valenciana? Los valencianos ya han introducido una cláusula en su Estatuto sobre su derecho a las aguas sobrantes de los ríos "excedentes" españoles, y ello ha desatado lo que se llama la "guerra del agua", que está sobre la mesa del atribulado Tribunal Constitucional.

TODOS ESTOS cálculos (parecería que el Ebro es un pastel inacabable que da para todo) se han hecho, además, sin tener en cuenta que, con el cambio climático, probablemente ni siquiera los riegos del Canal d'Urgell serán sostenibles. Por la tozudez de un ministro socialista oriundo de las tierras leridanas, se construyó en el pasado el embalse de Rialp. Un gran embalse que nunca se ha llenado, porque los caudales del Segre han ido disminuyendo en los últimos años (cerca de un 10%) y todavía lo harán mas. El cambio climático ni siquiera ha sido tenido en cuenta en los números que Agricultura ha considerado. Sería interesante conocer la opinión del premio Nobel Al Gore sobre este tema: ¿incredulidad?En síntesis, que agua para el bajo Ebro habrá muy poca y estará llena de contaminantes provenientes de todos los destilados de los campos agrícolas (pesticidas, abonos) y de las ciudades. A pesar de la depuración, el agua del Ebro sigue llena de muchos contaminantes, lo que ahora se llaman "microcontaminantes", que incluyen, entre otras cosas, los fármacos que nos tomamos (antidepresivos, por ejemplo), que no son descompuestos en las depuradoras actuales.

Parece que el cambio climático solo sirve para hacer discursos de buenas intenciones, pero no hemos comprendido realmente lo que significa, y en gestión de agua supone menos recursos y peor calidad. ¿Alguien ha pensado en incluir en los Estatutos el cambio climático? En resumen, un aplauso para el Parlament de Catalunya por su decisión, pero dudamos que sirva para algo.

*Catedrático de Ecología de la Universitat de Barcelona