dimecres, 21 de maig del 2008

Fragment d'entrevista a Tomàs Molina a La Vanguardia

-También pronostica que el tema del agua será el que creará más problemas en un futuro. Sólo hace falta poner la televisión a cualquier hora del día para ver que quizá sea más un problema de presente que no de futuro. ¿La situación irá a peor?

-Vamos a ver. En Cataluña somos un millón y medio más de personas. Si cada catalán gasta unos determinados litros de agua, ahora somos más y se gastará mucho más. Desde la época Pujol hasta ahora, necesitamos 170 millones de litros de agua más, y no se han hecho más pantanos. Conclusión, falta agua. No es que llueva menos, es que queremos más litros de agua y nadie ha hecho un embalse nuevo. En España somos 14 millones más de personas respecto a la época de Franco. El sistema se desequilibra. Si a eso le añades que llueve menos y que todavía lloverá menos, quiere decir que necesitamos más agua. Y eso implica dejar de de correr menos agua por los ríos o fabricar más.

-En eso estamos, ¿no?

-Sí, pero es que además el sistema está desequilibrado. En unos años, habrá mucha menos agua en el sur de España que no en el norte. Está claro que aquí hace falta un debate.

-¿Qué propondría usted en ese debate?

-Cambiar la política de los embalses, por ejemplo. España necesita muchos más. Y luego las redes se tienen que interconectar. Pero no hacerlo de forma altruista sino pactar el movimiento del agua. Incluso esta cañería que unirá Barcelona y Tarragona, en un futuro será una cañería de norte a sur, no de sur a norte como se concibe ahora.

-¿Y los trasvases?

-Esto es algo que se tiene que hablar con mucho cuidado y sin la voluntad de ir a hacer sangre por parte de los políticos. El agua nos va a enfrentar, entonces vamos a poner paz y hacer las cosas cuanto más suaves mejor. Creo que se tiene que buscar el pacto antes de trasladar el debate a la sociedad. Mi propuesta es lo que yo le llamo la ayuda efectiva, hay que ser solidario siempre que sea efectivo. Si yo te doy a ti, y los dos nos morimos de agua, no sirve de nada. Eso no quiere decir que no podamos sacar agua, sólo que en algunos momentos debemos tener la posibilidad de repartirnos agua. Por eso apuesto más por interconectar redes para dar suministro antes que traspasar una parte permanente del agua. Parece lo mismo pero no lo es. El Plan Hidrológico Nacional que presentaba el gobierno de Aznar también representaba una asignación fija de agua. ¿Esto es justo? Como mínimo, es discutible.

-¿Cómo regaremos en un futuro?

-España como lugar agrícola tiene dificultades de futuro y se tendrá que tecnificar mucho el tema del riego, especialmente en la zona sur de Andalucía. Habrá que plantear alternativas para que la gente que no pueda trabajar en la agricultura tenga otras cosas que hacer.

-Estos días, los payeses y los regantes aparecen como los malos de la película…

-No creo que sea así. El agua de la agricultura no se gasta, va y vuelve. Es decir, el agua de la agricultura no se está tirando ni se está malgastando. Lo que sí puedo decir es que este episodio de sequía en Barcelona no se ha gestionado tan bien como dicen. Por suerte, ahora ha llovido y nos empezamos a salvar un poco, pero las cosas hay que hacerlas con más transparencia y mejor explicadas.